Decir que a mis hijos y a mí nos encantan los álbumes ilustrados no es nada nuevo pero hasta ahora creo que nunca os había enseñado un álbum ilustrado con unas ilustraciones como las de El Valle de los Molinos, de Noelia Blanco y Valeria Docampo publicado por Tramuntana.
Un día llegan al Valle de los Molinos las máquinas perfectas con una promesa difícil de ignorar, con sólo apretar un botón todo el mundo podría vivir en un mundo perfecto donde ya no sería necesario soñar con lo que te gustaría hacer, sino que podrías disfrutarlo con sólo pulsar un botón.
Poco a poco, las personas que vivían en el valle comenzaron a utilizar estas máquinas y dejaron de soñar, dejaron de pedir deseos a las estrellas, el viento dejó de soplar porque ya no hacía falta mover los brazos de los molinos.
Ana, la modista del pueblo era la única que se resistía a dejar de soñar, todavía tenía sueños ocultos en su interior en los que ella bordaba encajes de mar, botones de estrellas y abrigos de nubes. Una noche, cuando las máquinas han dormido a todas las personas, Ana descubre a otra persona que todavía alberga y anhela un sueño en su corazón y decide hacer todo lo posible para ayudarle.
La perseverancia de Ana la conduce hasta un lugar especial, un jardín repleto de Dientes de León que le permitirán pedir un deseo que despertará al Viento dormido.
Las ilustraciones de Valeria Docampo son realmente preciosas. Repletas de tonos ocre, beig y blancos donde destacan los colores del cabello y el vestido de la protagonista, las bellas ilustraciones de Valeria complementan el texto tan lleno de sentimientos y sueños escrito por Noelia Campos. Este álbum ilustrado me ha sorprendido porque no suelen llamarme la atención las ilustraciones oníricas como estas, sin embargo, debo de reconocer que me he llevado una grata sorpresa al descubrir un encanto especial en la dulzura que transmite Valeria Docampo a través de ellas.
La historia de Noelia me parece muy bonita y adecuada para niños de a partir de cinco años. Anna, la protagonista, es una mujer que no se rinde, empática, trabajadora… que consigue lo que se propone sin renunciar a sus sueños y, esto, me parece que son cualidades muy destacables a la hora de leer esta historia con los niños.
La autora realiza una crítica muy loable a la época que estamos viviendo donde la tecnología y todo casi todo lo que podamos desear está a tan sólo un click de distancia, donde las redes sociales, internet y las nuevas tecnologías restan tiempo para dedicárselo a lo realmente importante, las personas. Soñar se convierte en secundario si vivimos en una cultura de inmediatez, donde la paciencia es una virtud en peligro de extinción porque todo podemos conseguirlo inmediatamente y las máquinas comienzan a dominar nuestras vidas hasta el límite de sustituir a las personas en muchos aspectos. Os recomiendo que leáis esta historia con vuestros peques para que nunca dejen de soñar.
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