Hermanos.

Cuando no tienes hermanos como en mi caso, pero tienes tres hijos, a veces te resulta complicado distinguir entre la fina línea que separa la relación normal fraterna de la que no lo es. Hermanos, escrito e ilustrado por Rocío Bonilla y publicado por la Editorial Algar nos ha ayudado a comprender que mis hijos tienen una perfecta y sana relación típica de hermanos además de hacernos pasar muchos buenos ratos leyéndolo.

 

Lo primero que me llamó la atención de Hermanos es que el libro tiene dos portadas diferentes e invertidas, una verde y otra amarilla, con orientaciones diferentes porque la misma historia está narrada desde el punto de vista de una niña y de su hermano. Las dos historias comparten un mismo final y confluyen justo en la mitad del libro.

Las dos historias comienzan igual, con el niño señalando a su hermana ilustrada como si fuera un rinoceronte y diciendo «no me gusta mi hermana» y con la niña diciendo la misma frase y señalando a su hermano que simula ser un mono.

A lo largo del libro ambas historias narran los hechos que suceden a los dos hermanos pero desde el punto de vista de cada uno de ellos. Para los dos, su respectivo hermano/a es un fastidio, no le deja hacer lo que quiere, pero también se dan cuenta de que echan de menos al otro porque le hace reir, le protege e incluso le llega a echar de menos.

Y es que, como en toda historia, hay varias versiones de una misma realidad, y esto ha ayudado a mis hijos a calzarse los zapatos de sus hermanos y ver que no sólo sus sentimientos o su punto de vista son válidos, sino que a veces necesitamos ponernos en el lugar del otro para poder comprender lo realmente importante y aprender a querer las virtudes y los defectos de tus hermanos.

 

 

El mensaje que quiere transmitir Rocío Bonilla con Hermanos es realmente sencillo y consigue hacerlo no sólo a través del texto, sino también a través de unas bellas y divertidas ilustraciones. Utiliza una paleta de tonos pastel que hace que se suavicen las expresivas ilustraciones que tan bien complementan el texto. Están repletas de movimiento y consiguen transmitir la dulzura que en realidad existe en esa relación de hermanos.

 

Tanto los pre-lectores como los primeros lectores disfrutarán con las risas que les provocan captando el mensaje a la perfección. Hermanos es un libro precioso para leer en familia y poder enfocar con claridad que las diferencias de edad o carácter entre hermanos, no siempre tienen que ser un motivo de disputa sino que también debemos dar gracias por tantas cosas buenas que nos aporta el hecho de tener hermanos.

 

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