Hay personas que se sienten felices en un lugar determinado, el mar, la montaña, en casa, en un país lejano… también hay personas que se sienten felices en compañía de otras a las que hacen igualmente felices, simplemente, disfrutando de su compañía y trasladándose a otros lugares con su imaginación. Este es el caso de Ona y su abuela Candela.
«Mi abuela Candela sabe mucho del mundo marino. Dice que en el agua se siente felíz.»
Y es que la abuela de Ona, una niña de 7 años que no puede andar, sabe que Ona puede. Todas las semanas va a visitar a Ona cuando termina de comenzar y le cuenta todo lo que ve mientras Ona imagina que vive en el agua, donde puede flotar, bailar, jugar… junto a su amigo Songo Songo, su pez. Y es que Ona en el mar es felíz.
María Rico, su autora, nos introduce poco a poco en la vida de Ona y en su viaje por el mar hasta desvelarnos en la última página la realidad que vive Ona. A veces, es difícil darnos cuenta de que lo que para algunos es algo tan sencillo como caminar, jugar o bailar, para otras personas como Ona es lo más complicado del mundo a pesar de tener la ayuda de su silla de ruedas y estar rodeadas de personas que les aprecian.
Hay una parte del cuento donde Ona se aventura con Songo a llegar hasta el océano, y esa me parece especialmente importante porque hay veces en las que nos encontramos inmersos en un proceso que nos parece tan inmenso como el océano, muy profundo y que nos da miedo, que supone un reto y salir de nuestra zona de confort, aunque lo mejor llega cuando te aventuras a cruzarlo porque, como dice Ona, «hay cosas buenas que merece la pena encontrar». Como la cantidad de personas, amigos y recuerdos que te encuentras en el camino y que hacen que todo el esfuerzo haya merecido la pena.
«A veces no es fácil llegar donde queremos. A veces no hay nadie que quiera jugar. Me gustaría tener más amigos aquí.»
Las bellísimas ilustraciones de Maria están realizadas con acuarelas,lápices y otras técnicas que incluso combinan fotografías antiguas que, combinadas, recrean toda la belleza del fondo marino donde Ona vive con su imaginación todo lo que no puede vivir en la realidad. A mitad del cuento, hay un par de páginas ilustradas en papel vegetal que le dan a las ilustraciones de las páginas contiguas un toque especial. La tipografía es simplemente ideal para esta historia, es una letra manuscrita como si la misma Ona la hubiera escrito.
El mar de Ona es un álbum ilustrado editado por Jalabalí y escrito e ilustrado por María Rico indispensable para que los niños conozcan otras realidades diferentes a las suyas y que nos da pie a hablar sobre la empatía, la diversidad, la autoconfianza, la autosuperación, el apoyo de la familia, los amigos y la importancia de ver el lado positivo de todo. Un álbum ilustrado que se ha convertido en un indispensable de nuestra biblioteca.
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