Exploración reggiana con masa sensorial de sal. Juego sensorial.

La semana pasada fuimos a la playa a pasar el día y estuvimos recogiendo conchas sueltas y piedras de la playa para jugar en casa, les había prometido a mis peques que al día siguiente podríamos jugar a un juego muy creativo y divertido, este «juego» es una exploración artística inspirada en el enfoque Reggio Emilia, si quieres saber un poco más sobre Reggio Emilia puedes leer lo que escribí acerca del enfoque aquí.

Ahora mismo están en periodo sensible de creatividad llevada al límite, imaginación extrema y arte, por ese mismo motivo hemos visitado este fin de semana que hemos estado en Zaragoza el Museo Pablo Serrano de Arte Contemporáneo  y debo decir que les ha gustado mucho, fuimos hablando de qué veían ellos en cada cuadro y escultura y la verdad es que me encantaron sus respuestas ¡tienen tanta imaginación!

Bueno, volviendo a lo que os quería contar, al día siguiente de ir a la playa, preparamos masa de sal en casa, de varios colores, es muy fácil de preparar y se conserva bien en un recipiente o una bolsa hermética durante varios días y experimentaron con ella decorándola con todo lo que se les ocurría, las conchas que habíamos recogido, piedras, pajitas de colores que teníamos en casa…

¿Cómo podéis hacer esta masa de sal? os dejo la receta que nosotros hemos hecho y nos ha ido bien (después de varios intentos otras veces hasta que hemos dado con la receta idónea para una textura adecuada).

Ingredientes:

• Una taza y media de harina (nosotros hemos utilizado harina de trigo normal)
• Media taza de sal
• Una taza de agua caliente
• Dos cucharadas de aceite
• Colorantes
• 8 gotas de aroma de almendra líquido (opcional)

Para prepararla, mezclamos la harina y la sal en un recipiente grande. A continuación añadimos el aroma de almendra, el aceite y poco a poco vamos agregando la taza de agua caliente, amasando bien todos estos ingredientes.

Cuando por fín obtenemos una masa homogénea, dividimos la masa en cuatro partes iguales y añadimos un poco de colorante en cada masa, amasando bien de nuevo hasta que se tiña toda la masa del color elegido.

Una observación, si la masa se queda demasiado pringosa, hay que añadir un poco más de harina hasta que obtengáis la textura deseada.

El aroma de almendra es para que los niños puedan desarrollar el sentido del olfato al mismo tiempo que juegan y desarrollan otras habilidades como la creatividad y la  motricidad fina, ya que es una pasta fantástica para moldearla.

Una vez tenemos la masa, sólo debemos dejar a los niños que exploren libremente. Yo les presenté las masas en 4 recipientes diferentes, uno por cada color, y en otros tres recipientes las pajitas, las conchas y las piedras, ellos pidieron jugar sobre los espejos y… dejaron volar su imaginación siendo este el resultado.

Como colofón final de la tarde, fuimos a merendar a casa de una amiga y se llevaron las conchas, las pajitas, las piedras y las masas para jugar con sus hijos, así que cuando llegaron allí estuvieron otra hora jugando entre todos a decorarlas, volverlas a amasar, probar combinaciones nuevas…

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